En aquel momento, Cobi, la célebre mascota olímpica creada por Javier Mariscal, formó parte de los envases, carteles y numerosos elementos de merchandising, como muestra del apoyo de la marca a este importante evento deportivo que sirvió para que los nombres de España y Barcelona fueran aún más conocidos en todo el mundo. Es una primera equipación sencilla, limpia y con pocos elementos para centrarse en lo importante. Por lo tanto, aunque no se tratase de una final, el campeón saldría de ese último partido, en el que a Brasil le bastaba un empate.