Más raramente, como los burrnesha de Albania o los fa’afatama de Samoa, son anatómicamente mujeres que viven como hombres. El grado de aceptación varía de un país a otro, pero normalmente la categoría incluye a individuos que anatómicamente son varones, exhiben conductas femeninas y sienten atracción sexual hacia hombres y casi nunca hacia otros individuos del tercer género. Cuando tenía veintitantos años, pensaba que «operarse para ser mujer» era una buena idea.