El motivo hay que buscarlo en el régimen fascista de Benito Mussolini, que como sabéis los fieles del blog, no era la primera vez que intevenía en el asunto de los colores de las camisetas de un club o de la selección. Como sabéis, el Palermo (ahora en Serie B), sigue vistiendo de rosa. Tanto que, solo dos cursos después, regresaba cedido al conjunto rojiblanco, club por el que volvió a fichar la pasada temporada.